
"Pequeños monumentos"
Monumentum, del latín «recordar».
Recordar pirámides y cenotafios, tempiettos y torres, arcos de triunfo y obeliscos conmemorativos, santuarios, observatorios y panópticos que dicen presente desde Imhotep hasta hoy…
Ciudades andariegas de Herron ó invisibles de Calvino, predicciones fantásticas de Julio Verne y “arkitektones” de Kasimir Malevich.
Todo se mezcla e interactúa alegremente en mi memoria.
Recorrer Buenos Aires de la mano de mi abuelo y preguntar por este ó aquel monumento, su significado ó su destinatario.
Se dice que los monumentos son obras preferentemente arquitectónicas, de justificado valor artístico, histórico o social, portadores de un mensaje espiritual del pasado de cada pueblo y testimonios vivos de sus tradiciones seculares.
Estas estructuras que se erigían en memoria de un personaje o de un acontecimiento relevante y que han llegado a comprender cualquier construcción histórica, han sido y son para mí, motivos de observación e interés.
Un obelisco… ¿Será que seduce tanto que la forma no tenga que estar atada indefectiblemente a la función?
Un pisapapeles ó una pirámide… ¿Será que al reconocer una geometría nos trasladamos automáticamente en el tiempo, recorriendo parajes remotos, desconocidos y muchas veces imaginarios?
Observar que cuando “el objeto” no tiene parámetro alguno para compararlo, podemos deambular eternamente de lo ínfimo a lo monumental sin restricción alguna.
Descubrir que sin referencias no hay escala, y sin escala libertad para la elección del tamaño de este objeto… y la lúdica aventura que de la situación se desprende.
Estar dispuesto a darle una oportunidad a los secretos…
“Pequeños monumentos” es, simplemente, una recopilación de recuerdos, lecturas y sensaciones que aparecen y desaparecen como formas de expresión de la imaginación misma…
Dibujos, bocetos, esquemas, ideas, de situaciones entre sueños…Una suma que admite desde edificios y espacios inexistentes o desaparecidos del imaginario literario, un homenaje, una conmemoración, o bien… una licencia para la fantasía.
Buenos Aires, junio de 2011
Fabián Tanferna